En publicaciones anteriores del blog de Movim te hemos contado sobre las lesiones de meniscos, sus causas más frecuentes y la forma en la que se diagnostican. En esta ocasión te contaremos cuáles son los tratamientos conservadores para una lesión meniscal, y cómo es el proceso de recuperación después de una cirugía. ¡Sigue leyendo!
Tratamiento conservador de las lesiones de meniscos
Como ya te contamos, es indispensable que acudas con tu médico si sientes los síntomas de un desgarre de meniscos: dolor en la parte interna o externa de la rodilla al estirarla o doblarla, así como dolor punzante en el espacio articular de la rodilla, sensación de bloqueo de la rodilla, inflamación en la articulación y sensación de inestabilidad. En casos de lesiones traumáticas, es probable que se escuche un crujido o el sonido de un desgarro al momento.
En todo caso, como ya mencionamos, es indispensable acudir con un médico para el diagnóstico y tratamiento del menisco lesionado.
En general, el tratamiento conservador comienza inmediatamente después de la lesión. Si te lastimaste la rodilla durante el deporte, el primer paso es dejar que la articulación descanse para disminuir la inflamación. Coloca tu rodilla en una posición más alta que el resto de tu cuerpo y aplica compresas frías o un poco de hielo envuelto en un paño.
Esta recomendación es general ante cualquier lesión traumática, ya que probablemente no sepas si se trata de una rotura de ligamentos, de meniscos, o incluso de la rótula.
Una vez realizado el diagnóstico de la lesión, suele venir una etapa de reposo de la articulación, ya sea con el uso de soportes activos o rodilleras que alivien el dolor, reduzcan la tensión y ayuden a estabilizar la rodilla. En otros casos, cuando la lesión de meniscos es grave, se recomienda el uso de ayudas o muletas para caminar.
Otra parte importante del tratamiento conservador es el manejo del dolor con medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, que ayudan a reducir la inflamación y aliviar el dolor. Sin embargo, es muy importante volver a hacer énfasis en la visita con el médico para la prescripción de estos fármacos, los cuales debes tomar únicamente como te los mandó y no automedicarte.
Los ejercicios de fisioterapia son clave para la movilización de las estructuras de la rodilla, así como para recuperar la marcha y reintegrarse al deporte.
Generalmente, comienza con movimientos controlados para reducir la inflamación y movilizar las estructuras; posteriormente, comienza una etapa de fortalecimiento muscular para ayudar a que los músculos aligeren la presión en la articulación.
Tratamiento quirúrgico de una lesión de meniscos
Las lesiones graves, como un desgarro o rotura de meniscos, requieren una intervención quirúrgica, la cual suele realizarse con un procedimiento endoscópico llamado artroscopia. Con un instrumento que cuenta con un sistema de luz y cámara de video, llamado artroscopio, el especialista visualiza la sección desgarrada del menisco y la sutura.
En otros casos, si el daño es muy grave, se realiza la misma artroscopia, pero la sección dañada del menisco se extirpa y se mantiene solo el tejido sano. A esta intervención se le denomina meniscectomía parcial, y se recomienda en deportistas jóvenes en quienes es probable que el menisco se desgarre aún más bajo la tensión de sus actividades. Esta cirugía se realiza para evitar que el menisco desgarrado cause un daño secundario en la rodilla a largo plazo.
Cuidados postoperatorios tras cirugía de meniscos
Después de una cirugía por artroscopia, se suele inmovilizar la articulación de la rodilla para restringir el movimiento y ayudar a una curación óptima. Para esto, suele recomendarse el uso de soportes activos o rodilleras como SecuTec Genu de Bauerfeind, una órtesis ligera, que ayuda a dar estabilidad a la articulación desde el exterior.
Otro soporte activo recomendado para el postoperatorio de una meniscopatía es GenuTrain de Bauerfeind, una rodillera estabilizadora que alivia el dolor gracias a que tiene un cojín funcional que rodea la rótula, mientras que sus “alas de menisco” integrales presionan el espacio articular de la rodilla y estimulan la cápsula articular.
Prevención de lesiones secundarias
Después de una lesión de meniscos, es probable que tengas que seguir usando tu rodillera para prevenir una lesión secundaria. Además, es importante que la rodilla se mantenga protegida y estabilizada, sin reducir el rango de movimiento. Para ello, una rodillera ortopédica como ActiveMed te ayudará a prevenir esguinces, inflamación, distensiones de rodilla y a aliviar el dolor.
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