Parece irónico: dolor de rodillas por sedentarismo. Sin embargo, la falta de movimiento es el peor enemigo de nuestras articulaciones. Hoy te contaremos porqué te duelen las rodillas, aunque no hagas ejercicio y cómo puedes mejorar con unos sencillos consejos.
¿Por qué me duelen las rodillas?
Las rodillas son articulaciones complejas, que reciben el impacto de nuestro estilo de vida, postura y peso corporal. Además, es muy frecuente que comiencen a dolernos conforme envejecemos debido a la degradación de los cartílagos.
Además del dolor de rodilla, es frecuente sentir poca fuerza, experimentar chasquidos internos, inestabilidad, debilidad y “bloqueos”, es decir, la sensación de que no se puede estirar o doblar la rodilla por completo. Estos bloqueos suelen acompañar a los crujidos de la rodilla y causar dolor a quien lo padece.
El sobrepeso y obesidad también son causantes del dolor de rodilla, ya que esta articulación debe soportar todo el peso del cuerpo, y es muy sensible a las variaciones, especialmente cuando la báscula sigue yendo hacia arriba.
El dolor como causante del sedentarismo
Ante estas primeras sensaciones de dolor e incomodidad, la mayoría de las personas que lo padecen buscan tomar medicamentos que reduzcan o disfracen el dolor. Pero también es común que vayan abandonando las actividades deportivas, que eviten caminar mucho tiempo, permanecer de pie.
A largo plazo, esta falta de actividad va provocando que el sobrepeso sea cada vez mayor, lo que va agravando el dolor en las rodillas. Además, va avanzando el problema de fondo, que puede ser el desgaste del cartílago (artrosis), una debilidad muscular o incluso una lesión que no fue tratada.
Aunado a lo anterior, el estilo de vida actual suele mantenernos trabajando muchas horas sentados frente a la computadora o conduciendo el automóvil. Esto también va agravando tanto el daño en la rodilla como el sobrepeso, ya que las personas suelen llegar muy cansadas a casa y sin ganas de volver a salir a ejercitarse.
Actualmente la vida es más sedentaria que hace 10 años. Además, las personas han descuidado su alimentación, pantallas, los servicios de streaming y redes sociales los mantienen atentos a las pantallas, entre muchas otras situaciones que han llevado a las personas a ejercitarse y cuidar su peso cada vez menos.
Entonces, ¿qué debemos hacer?
Antes que nada, es importante acudir con el médico para buscar la causa del dolor de rodilla. Esto, porque puede haber una lesión, un daño significativo en los cartílagos, un quiste, o incluso una fractura que no recibió tratamiento y es lo que está causando todas las molestias en la articulación.
Aunado al tratamiento que brinde el médico, suele recomendarse seguir el protocolo RICE: Rest (descanso) Ice (hielo), Compression (compresión), Elevation (elevación). Es decir, la aplicación de hielo, el uso de una rodillera, elevar la rodilla para ayudar a la circulación sanguínea y el descanso de la articulación es una combinación de acciones para ayudar a desinflamar, aliviar el dolor y favorecer la recuperación.
Otra recomendación para disminuir el dolor de rodilla es bajar de peso. Se ha comprobado que una pérdida del 20% del peso excedente puede ayudar a reducir las molestias en las articulaciones, especialmente en casos de artritis. Para esto, también es importante acudir con un especialista para tener una guía de alimentación adecuada a la edad y condición física del paciente.
Ahora bien, al regresar a la actividad física o el deporte, es muy importante seguir estas precauciones para no empeorar el dolor de rodilla:
- Estirarte no solo prepara tu cuerpo para el ejercicio, sino que ayuda a calentar las articulaciones y prevenir una lesión.
- Evita actividades de alto impacto. Si estás pensando en salir a correr, saltar la cuerda, andar en bici o jugar algún deporte como el futbol, te recomendamos abstenerte por el momento e iniciar con un ejercicio de menor impacto, que no sobrecargue el cartílago ni incremente el riesgo de una lesión. Puedes comenzar con caminatas, natación, yoga o pilates para ir ganando condición física.
- Si el dolor de rodilla es causado por una lesión que te impida el movimiento, probablemente te beneficies con ejercicios de fisioterapia y rehabilitación para volver a ganar fuerza, reeducar la articulación y recuperar el movimiento.
- Uso de una rodillera. El uso de una rodillera te ayudará a mantener comprimida la articulación, aliviar el dolor, dar soporte y prevenir una nueva lesión. Lo mejor es que puedes usarla todo el día, llevándola contigo al trabajo, cuando vayas a ejercitarte y si vas a cargar objetos pesados.
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