¿Sientes un dolor intenso al apoyar el talón en el suelo, como si te clavaras una piedra o agujas en el pie? Se calcula que una de cada cuatro personas padece de espolones, que es una lesión en la fascia plantar, tejido que une al talón con los dedos del pie. Hoy te contaremos qué es el espolón, cuáles son sus causas, síntomas y el tratamiento más recomendado. ¡Comencemos!
¿Qué es el espolón?
Los espolones son calcificaciones producidas en el talón como consecuencia de una fascitis plantar crónica. Estas calcificaciones forman una especie de hueso conocido como excrecencia ósea puntiaguda sobre el calcáneo (por ello también se conocen como espolón calcáneo) o la parte inferior del pie, lo cual provoca ese dolor agudo en el talón que da la sensación de pisar agujas, o bien, de pinchazos al caminar.
Causas
El espolón calcáneo se produce por la acumulación de calcio que provoca la formación de la excrecencia ósea después de soportar una sobrecarga o exceso de presión en los pies. Algunos factores pueden incrementar el riesgo de que aparezca esta patología en los pies.
Factores de riesgo
El espolón es una lesión que suele ser asociada a personas con:
- Un pie muy arqueado.
- Pie plano.
- Personas con sobrepeso u obesidad.
- El uso de zapatos inadecuados por tiempo prolongado (como los tacones muy altos o duros).
- Una postura inadecuada.
- Permanecer mucho tiempo de pie.
- La práctica deportiva intensa de deportes como el futbol o el baloncesto debido a la sobrecarga en los tendones.
- Personas que practican deporte en superficies muy duras
Además de todos estos factores, se ha comprobado que la forma de pisar es una de las causas más comunes de la fascitis plantar que deriva en un espolón calcáneo, especialmente en personas con pies cavos (pie con puente más elevado de lo normal) y en pies valgos (que se desploman hacia el interior) ya que en ambas condiciones se disminuye el apoyo de la zona lateral externa, y la fascia queda en una situación de mayor tensión.
Asimismo, el hábito de un apoyo inadecuado en el pie, en el que desplazan los dedos hacia el lado interno, se relaciona con los espolones y con otros padecimientos como dolor de espalda y cuello debido a la mala postura.
Síntomas
El principal síntoma es el dolor en el talón, con la sensación de pisar agujas o un clavo. El dolor suele ser más fuerte por las mañanas, al levantarse de la cama, o bien, después de un periodo largo de permanecer sentado o acostado; cabe destacar que el dolor suele cesar con reposo, pero, tan pronto como el paciente vuelve a apoyar el pie en el suelo, o a hacer deporte, la molestia vuelve a aparecer. El espolón también suele causar dolor al hacer actividades simples como caminar o correr, y puede empeorar al cargar peso.
Tratamiento
Lo más común en el espolón calcáneo es tratar la condición adyacente, por ejemplo, bajar de peso, utilizar calzado con memory foam, hacer ejercicio en un tipo de suelo menos duro o con tapetes de yoga, disminuir la práctica deportiva y el uso de plantillas, que es lo más recomendado tanto para aliviar el dolor al atenuar el impacto del talón en el piso, como para mejorar la postura del pie en caso de pie valgo.
La terapia física, que consiste en aplicación de calor-frío, las pomadas y tratamiento con ultrasonidos han demostrado ser eficaces para disolver las calcificaciones y aliviar el dolor. Sin embargo, si no se trata la condición adyacente, o no se hace un cambio en la postura y hábitos, el espolón puede reaparecer más adelante, por lo que el uso de plantillas es la opción más recomendada y asequible a largo plazo.
Diagnóstico
Es muy importante acudir con el médico en caso de dolor en los pies. Lo más probable es que solicite una radiografía lateral del calcáneo para buscar protuberancias que apunten hacia los dedos, y que pueden tener una extensión de uno a cinco milímetros.
En algunos casos, el médico puede solicitar otros análisis de sangre para descartar otras enfermedades que se relacionan con el dolor de pies, como la diabetes, la artritis reumatoide, la gota o la espondilitis anquilosante.
Prevención
Como mencionamos anteriormente, bajar de peso, mejorar la postura, hacer cambios en el calzado y el uso de plantillas es lo más recomendable a largo plazo para prevenir una reincidencia. Además, se recomienda incluir en la dieta alimentos ricos en magnesio, silicio y zinc para mantener sanos los músculos y tendones.
Recuerda hacer ejercicio todos los días, al menos 30 minutos para estar sano y controlar tu peso, pero, antes de comenzar debes hacer calentamiento y estiramientos al terminar. Por último, usa el calzado adecuado a tus actividades, que te ajuste perfectamente, que no te lastime y que puedas poner la plantilla sin sentir incomodidad.
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