Hacer ejercicio todos los días puede parecer muy complicado porque las personas piensan que necesitan muchas cosas para su entrenamiento. Por ejemplo, acudir a un gimnasio, tener pesas, usar una máquina, o salir a correr a un parque. Hay ejercicios que podemos practicar desde casa para estirar articulaciones, fortalecer músculos, estilizar la figura y evitar lesiones, mejorando la calidad de vida sin grandes complicaciones ni cargar un peso excesivo: únicamente usando ligas de resistencia.
En esta nueva entrada de blog te contaremos todo sobre las ligas de resistencia para que sepas qué son, beneficios de usarlas y cómo elegirlas. ¡Comencemos!
¿Qué son las ligas de resistencia?
Las ligas de resistencia son herramientas para el entrenamiento que se utilizan para entrenar cadenas musculares. Como su nombre lo indica, ofrecen cierto nivel de resistencia para que sea difícil estirarlas y, de este modo, aumentar la fuerza y tonificar músculos como glúteos, piernas, espalda y abdomen.
También llamadas bandas de resistencia pueden usarse solas o como complemento de entrenamiento con pesas, bicicleta, e incluso de deportes como natación. Es una herramienta compacta que cabe perfectamente en la mochila para llevarla al parque donde sales a correr, o que puedes usar los días que no vas al gym para entrenar desde casa. También se utilizan para la rehabilitación y reacondicionamiento físico en caso de una lesión deportiva porque ayudan a tonificar músculos y ganar fuerza sin la necesidad de hacer esfuerzos extenuantes como al levantar pesas.
Tipos de ligas de resistencia
Básicamente, encontramos dos tipos de ligas, las ajustables y las estándar. Las ligas de resistencia estándar son las más utilizadas y populares porque se adaptan a muchos tipos de ejercicio, tienen niveles de resistencia para adaptarse al desarrollo paulatino de la fuerza y la musculatura. Son las más elegidas por los deportistas de nivel medio ha avanzado para cambiar fácilmente de un ejercicio a otro.
Por su parte, las ligas ajustables tienen puntos para realizar ajustes y adecuarlas al tamaño exacto que necesitas para tonificar los músculos con los ejercicios que quieras hacer. Son prácticas, cómodas y perfectas para principiantes, aunque también son utilizadas por intermedios y avanzados por la comodidad y facilidad de uso.
En general, las ligas de resistencia se fabrican con hule delgado en diferentes grosores, lo que permite que se estiren y, al mismo tiempo, que aporten resistencia sin romperse.
¿Cómo funcionan?
Las ligas se pueden utilizar para diversos ejercicios de fuerza y resistencia como sentadillas, remos, prensa de hombros, extensión de tríceps, abdominales, entre muchos otros, sin la necesidad de usar pesas. Puedes atorarlas en tus pies para que sea más difícil hacer el estiramiento y trabajes los músculos sin la sobrecarga que conlleva cargar peso.
Cuando se crea resistencia en los músculos, se debe aplicar más fuerza para realizar una actividad, de modo que se involucran diferentes grupos musculares, desde las extremidades inferiores, superiores y el core para hacer un ejercicio tan sencillo en apariencia como levantar los brazos. Por otro lado, las ligas también ayudan a mejorar el equilibrio al tener que concentrarse en apoyar firmemente los pies en el suelo para que los movimientos sean más precisos.
¿Cómo elegir la liga de resistencia para mí?
Existe una enorme variedad de ligas para que elijas la que más te convenga. Los factores que te recomendamos considerar para elegir una liga de buena calidad son:
- Marca. Cuando se trata de herramientas deportivas, la marca es importante para elegir una opción duradera, de buena calidad, que no te provoque una lesión y que te aporte la resistencia que necesitas con base en tus necesidades, ya sea de entrenamiento o de reacondicionamiento después de una lesión.
- Grosor. La resistencia de las ligas se determina por su grosor. Las más delgadas son las más flexibles, se estiran con relativa facilidad y permiten entrenamientos de baja intensidad. Las ligas más gruesas son las que ofrecen mayor resistencia, permiten ganar más fuerza y tener mayores retos al ejercitarte.
- Tipo de ejercicios. Antes de comprar tu liga debes tener claridad sobre el tipo de ejercicios que practicarás con ella, de modo que elijas entre una estándar, ajustable, con o sin agarradera y el nivel de fuerza a aplicar. Por ejemplo, las ligas de nivel ligero o las delgadas, son ideales para practicar yoga, pilates y estiramientos, ya que te permitirán calentar, estirar músculos y articulaciones, tonificar y ganar fuerza de forma gradual. Por su parte, las ligas de nivel más alto, o las gruesas, son ideales para deportistas de alto rendimiento, que suelen cargar mucho peso en el gimnasio, ya sea que se recuperen de una lesión o que entrenen en casa los fines de semana.
- Agarraderas. Algunas ligas tienen la opción de manillas para sostenerlas con las manos o con los tobillos, por lo que pueden usarse para practicar brazos, espalda, abdomen, piernas o glúteos. Por su parte, las ligas sin agarraderas son multiuso y pueden sostenerse con las manos o pies sin dificultad. Aquí la elección depende más de la comodidad.
- Tamaño. Las ligas pueden tener diferentes tamaños, diámetros y grosores, los cuales te recomendamos analizar al elegir la tuya. Eso sí, no debes cortarlas porque alterarás su forma y resistencia.
Ventajas de las ligas de resistencia
- Son fáciles de transportar
- Son económicas
- Se adaptan a muchos ejercicios
- Fáciles de transportar
- Permiten ejercitar todo el cuerpo
- Son más cómodas que las mancuernas
- Menos riesgos de lesiones que con las pesas
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